lunes, 12 de marzo de 2007

¡VERGÜENZA TENIA QUE DARLES!




Ya han pasado dos días desde el aciago día de la "superfiesta" de nuestros amigos pperos, y aun me dan náuseas cuando pienso en ella. La verdad es que me cuesta encontrarle el punto gracioso (el sentido y la lógica ni me lo planteo), ya que fue un acto tan vergonzoso, insolidario, demagogo y sectario que dudo mucho que apetezca hacer gracias sobre ello.

Y es que, un día antes del aniversario de la matanza del 11-M, a estos señoritos no se les ocurre nada mejor que juntarse en la calle y dedicarse a enseñarnos a todos los que no fuimos lo malísimos que somos, lo poco españolitos que nos sentimos y, sobre todo, que si España se parte en dos es por culpa nuestra.

Es lamentable que esta gente haya hecho suya la bandera que en teoría debería representar a todo el estado. Están ensuciando la bandera (que ya estaba bastante sucia, por cierto) y convirtiendola en un símbolo no de todos los españoles, sino de los votantes del PP. Con estos actos quieren menospreciar a todos aquellos que por pensar diferente a ellos no acudimos a la fiestecita, haciéndonos ver que no somos españoles, que no pertenecemos a ese selecto club al que se le permite enarbolar la enseña nacional.

Posiblemente todos los que no fuimos a este deleznable acto seamos mucho mas patriotas y españoles que aquellos que lucían las banderitas como si fueran cartelitos de un mitin político. Nosotros, aunque no nos dejen llevar la bandera, aunque ya no nos apetezca llevar la bandera que esa gente ha ensuciado, somos mas españoles que ellos, por que nosotros queremos cambiar algo. Nosotros apoyamos a aquellos que quieren solucionar los problemas de este país, apoyamos a los que quieren que acabe el terrorismo y no a aquellos que, como los manifestados el pasado sábado, dependen de que el terrorismo siga existiendo para que su partido siga haciendo política. Por que el PP sin terrorismo que utilizar políticamente no es nada.

También es curioso reseñar que el día de la manifestación, es decir, la víspera del aniversario de la masacre del 11-M, a estos furibundos defensores de la Nación ("¡Una, Grande y Libre!", sólo les falta gritar) no se les ocurrió acordarse de los masacrados, asesinados y exterminados en ese nefasto día por culpa de su política internacional (que se supone debe ser un ejemplo, según palabras del sr. Rajoy). Debe ser que no eran buenos españoles, por eso no se merecían sus palabras de recuerdo. Ahora si, al día siguiente ahí estaba el señor Rajoy para hacerse las fotos de rigor en el homenaje a las víctimas del atentado. Eso se le da muy bien.

Como colofón a esto, y en vista del acto repulsivo del pasado sábado, sólo me queda decir en voz bien alta y muy orgulloso que:


¡¡¡¡¡¡YO NO FUI A LA MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO, YO SOY UN ESPAÑOL DE LOS DE VERDAD!!!!!!!!

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